martes, 16 de junio de 2009

Reflexión

El miedo del hombre, no es mas que el miedo a la vida pero ¿y el miedo a la soledad? mas que ser una cuestión de miedo a algo, es un miedo a la nada, que nos conforma como seres indecisos y nos confunde llevándonos a nuevos delirios y a nuevas sensaciones. Por eso más que el vivir es la sospecha al morir solos, al hecho en si, que cuando caduquemos haya alguien es lo primordial, es lo que nos indica nuestras mentes arcaicas.

Es por este motivo que deseo llevar nuestros instintos a otro nivel, pero sin temor a nada sin represalias de seres a los cuales adoramos y tememos... sin el temor a un dios todo poderoso, sin el miedo al que dirán, porque haya donde los llevare, será el silencio.. Un silencio a aullidos de luna, un silencio placentero de ahogo. Ese es el camino hacia la eternidad, a la nada misma...

Hacia el centro del todo. Hacia la locura cuerda, hacia la noche iluminada, hacia el mirar de un ciego, hacia el grito del mudo y los sonidos oídos por el sordo, hay donde lo irreal y lo inimaginable gobierna, donde esta todo y a la vez no hay nada, a mi refugio sagrado, a el interior de la materia, donde descubriremos que somos la creación de alguna mente siniestra que nos tortura con placeres mundanos y delirios sagrados.